El apuro viene por la inminencia del cambio de miembros de la Cámara Criminal y por la especulación oficial de que en esta época iba a ser mas difícil la movilización de los gremios, particularmente de la docencia.
Pretenden un juicio fulminante de dos o tres días para “cerrar” el tema y sacar a Varizat con la menor condena posible, o hasta liberarlo de culpa.
La reacción de la directiva de ADOSAC fue lamentable, apenas atinó a hacer una reunión de delegados, mientras Pedro Muñoz y Mónica Galván emprendían sendos viajes, alejándose del centro de la acción.
Recién se llamó a asamblea para el jueves y a las 20,30 hs. de ese día 11 se votó el paro para la jornada del viernes 12 en que se iniciaría el juicio y se organizó una movilización desde muy temprano para bloquear los accesos al juzgado.
En el debate de la asamblea una vez más el MST y el PCR intentaron bloquear la decisión de paro, por el temor a “la opinión pública” y por no “desgastar la metodología del paro”.
La asamblea se fue volcando paulatinamente por las intervenciones de muchos delegados de base, sobre todo de las escuelas donde trabajan compañeros atropellados y por las intervenciones de Tribuna Docente. El paro se terminó votando por unanimidad.
En la mañana la Cámara Criminal amaneció vallada en las dos esquinas y los docentes montamos un piquete frente a las vallas, en ambos extremos.
En estas condiciones los funcionarios del Juzgado tuvieron que entrar por un baldío lateral y se produjeron incidentes cuando el piquete impidió la entrada de uno de los jueces, a partir de lo cual se desplegó la infantería y los perros, en una situación que duró casi una hora con los manifestantes cara a cara frente a los escudos policiales.
Finalmente las conducciones sindicales negociaron el ingreso de una treintena de personas como público del juicio, y se obtuvo una promesa de que iban a levantar las vallas del lugar.
La promesa no se cumplió, y entonces los manifestantes tumbaron las vallas que quedaron desparramadas por toda la cuadra, mientras el incendio de cubiertas se intensificaba.
En estas condiciones de precariedad, escuchando los bombos como fondo se desenvolvió la declaración de Varizat que tuvo que entrar disfrazado al Tribunal.
La próxima semana continuará el juicio con las declaraciones de testigos y se prevén nuevas marchas y el acompañamiento constante a los compañeros atropellados.
Miguel Del Plá
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